El artista estadounidense Doug Wheeler manipula la luz y el espacio para crear obras de arte transformadoras y monumentales. Wheeler comenzó como pintor en los años 1960, pero rápidamente se dedicó a la luz fabricada como su medio principal, caracterizado por el uso de tubos de neón. Wheeler crea entornos inmersivos que alteran la forma en que los espectadores perciben su entorno, con frecuencia envolviéndolos en un baño de luz. Para lograr esto, Wheeler elimina tantos elementos de anclaje como sea posible, excepto la luz y el sonido, para transportar a los visitantes a espacios donde las fuentes de luz invisibles dan forma al mundo que los rodea.
-Ben Rybczynski, en Glenstone Field Guide