Entre los artistas más importantes de Australia en el siglo XX, Emily Kam Kngwarray pertenecía al pueblo Anmatyerre, uno de los más de 500 grupos lingüísticos de las naciones aborígenes e isleñas del Estrecho de Torres. Como anciana Anmatyerre, Kngwarray administraba los sitios de ensueño de las mujeres en Alhalkere, en la remota región de Utopía. El soñar es un marco cultural que permite comprender el mundo y su relación con las personas, incluidas las historias ancestrales y los relatos sobre la Tierra y el universo. Su práctica artística surgió de su papel en la protección y transmisión de las tradiciones femeninas a través de la narración oral y los medios visuales. Pintó de manera prolífica sobre lienzos de lino sin tensar colocados en el suelo, con pinceles, palos y sus propios dedos. Sus obras representan narrativas y símbolos ancestrales de su pueblo y su tierra, expresados mediante puntos vibrantes y franjas de color que reflejan los ritmos del mundo natural.

-En Glenstone Field Guide.