En los años 1970, el artista estadounidense Gordon Matta-Clark desafió la definición misma de la arquitectura como un sistema regulador. Con un gran sentido del compromiso cívico y la precisión técnica, el artista recorta, rodea y atraviesa las fachadas de edificios descuidados y abandonados, transformando la arquitectura en escultura. Matta-Clark se tomó muy en serio la práctica de la documentación, fotografiando incansablemente su trabajo y, en ocasiones, exponiendo fragmentos de edificios reales como obras de arte. A menudo descrito como "anarquitectura", un acrónimo de anarquía y arquitectura, el trabajo de Matta-Clark se movió en la línea entre la creatividad y la destrucción.

-Nora Severson Cafritz, en Glenstone Field Guide