Entre 1906 y 1915, la artista sueca Hilma af Klint creó 193 obras abstractas bajo el título The Paintings for the Temple [Las pinturas para el templo]. Más de la mitad de estas pinturas fueron terminadas en 1908, varios años antes de que Wassily Kandinsky afirmara haber pintado el primer cuadro abstracto del mundo. Sin embargo, durante su vida, las obras abstractas de af Klint pasaron desapercibidas y trabajó principalmente por encargo realizando retratos, paisajes e ilustraciones de libros. Considerada espiritista y médium, af Klint exploró en sus pinturas la dualidad, la evolución y la unidad, y desarrolló un lenguaje visual que no puede comprenderse solo a través del intelecto. Según sus propias palabras, los cuadros fueron pintados directamente a través de ella, "sin ningún dibujo preliminar y con gran intensidad", con el propósito de guiar a los espectadores por distintos niveles de conciencia.

-Lindsay Karson, en Glenstone Field Guide