El artista multimedia estadounidense Matthew Barney explora el cine, la escultura, el dibujo y la fotografía, y emplea materiales inusuales como vaselina y neveras portátiles en funcionamiento. Su trabajo se basa en el cuerpo humano y su flujo energético. Reclutado para jugar fútbol americano universitario, incorporó el atletismo a su arte. Se impone a sí mismo y a sus colaboradores desafíos físicos específicos, como saltar en un trampolín, luchar por dibujar mientras está atado a restricciones o desplazarse en patineta. Para Barney, estos límites transforman al artista en su propia fuente de energía dentro de un proceso de consumo, disciplina y producción, en el que la energía nunca se libera por completo ni se permite que se disipe.
-Jean Bascom, en Glenstone Field Guide