Reconocida por sus imágenes conmovedoras y técnicamente precisas de la vida cotidiana de la comunidad negra, la artista Ming Smith ha ocupado un lugar destacado en la fotografía durante más de cinco décadas. Al llegar a Nueva York a principios de la década de 1970, alcanzó reconocimiento como miembro del Kamoinge Workshop, un colectivo de fotógrafos negros dedicado a fomentar una comunidad artística crítica centrada en la vida afroamericana. Smith desarrolló un estilo lírico distintivo, caracterizado por siluetas difuminadas, escenas callejeras espontáneas y representaciones de la creatividad en la vida cotidiana. Su enfoque experimental incorpora técnicas como la doble exposición, velocidades de obturación lentas, pintura, collage y teñido a mano, ampliando los límites del medio fotográfico. Al encontrar lo extraordinario en lo cotidiano, su obra establece un equilibrio poético entre luz y sombra. Sobre su práctica, reflexionó: "Me gusta atrapar el momento, capturar la luz y la forma en que se despliega. Se trata de buscar energía, aliento y luz. La imagen siempre está en movimiento, incluso cuando permanecemos quietos".

-En Glenstone Field Guide.