Ingeniosa y caprichosa, la obra del artista William Wegman ha cautivado a los espectadores durante más de cinco décadas. Mientras se formaba como pintor, se convirtió en uno de los primeros defensores del arte conceptual, experimentando con obras performáticas, fotografía y video que se centraban sutilmente en juegos de palabras visuales. Wegman fue aclamado por los retratos de sus queridos perros Weimaraner, comenzando en los años 1970 con su mascota Man Ray, que lleva el nombre del famoso artista. A la vez musas y colaboradores, los perros de Wegman han aparecido en libros, revistas y series de televisión, vestidos con disfraces, posando en muebles o representando escenas de cuentos de hadas. Aunque encantador y humorístico, el trabajo de Wegman también es perspicaz e inventivo, explorando las relaciones entre humanos y animales, arte y vida, y la realidad y la ilusión.

-Daniel Mauro, en Glenstone Field Guide